El veintitrés de Enero
de este año publiqué un post en mi facebook en el que venía a decir lo
siguiente:
Primero: Que lo que
escribía era una reflexión personal de lo que creía que iba a suceder en la
política española en los meses siguientes, no un deseo ni una recomendación con
ánimo de influir a nadie.
Segundo: Que Rajoy iba
a hacer lo de siempre, esperar a que escampase y dejar que se desgastasen otros
líderes políticos.
Tercero: Que la situación
del PSOE era la más incómoda y le consideraba tocado y hundido.
Cuarto: Que habría
nuevas elecciones, pues PODEMOS nunca pactaría con el PSOE, sino que intentaría
fagocitarlo.
Han transcurrido cinco
meses desde ese post y creo que no estaba desencaminado. Incluso Pedro Sánchez
parece haberse dado cuenta de las verdaderas intenciones de Podemos, que en
Enero, no parecían tan claras.
¿Qué ocurrirá ahora?
Creo que el panorama
no ha cambiado demasiado y, por tanto, tampoco los resultados van a ser muy
distintos de los que se dieron en Noviembre de 2.015. No obstante, hay dos factores que
podrían decantar finalmente la balanza hacia un lado u otro, que son la alianza
entre Podemos e Izquierda Unida y el porcentaje de abstención.
Primero: Creo que el
PP tiene un soporte claro y un electorado muy fiel. Hay un determinado número
de españoles que le votarán siempre, pase lo que pase. Ese soporte está muy
próximo a lo registrado en las pasadas elecciones generales de 2.015.
Segundo: Quien haga
las cuentas sumando los votos de Podemos e Izquierda Unida de los pasados comicios
se equivoca mucho. El casi millón de votos que tuvo IU ya no es real, porque
muchos de esos votos jamás irán al partido siendo aliado de Podemos. A eso hay
que sumar que la formación Morada ha perdido fuelle.
Ahí va mi quiniela:
PP: Subirá en número de escaños porque le favorecerá una abstención mayor.
Nunca le votarán menos de siete millones de españoles y eso le dará alrededor
de 130 escaños.
PSOE: Por la misma razón bajará en número de escaños, pues tiene un
electorado menos fiel que el del PP, aunque creo que seguirá siendo segunda fuerza
política, más por deméritos de terceros que por méritos propios. Bajará un poco
más y registrará su peor resultado histórico quedándose en los 85
escaños.
Podemos-IU: Los primeros bajan, los segundos no suman todo lo que
tenían, por lo que la coalición mejorará sus números menos de lo que cabría
suponer, insuficiente para arrebatar el segundo puesto al PSOE, quedándose en 75
escaños.
Ciudadanos: También le penalizará la menor participación, pero se le premiará
el que hayan sido el partido más coherente y con más ganas de construir. Lo uno
neutralizará lo otro, con lo cual se quedarán prácticamente con el mismo
resultado, es decir, 40 escaños.
¿Y ahora qué?
Sólo hay una salida.
Creo que gobernará el PP con el apoyo de Ciudadanos. Según mi quiniela tendrían
170 escaños, muy cerca de la mayoría absoluta (176). Evidentemente la cosa
cambiaría mucho con seis escaños más o menos, pero en cualquier caso no veo
otra salida. La formación naranja exigirá la cabeza de Rajoy. Probablemente
haya un conato de gobierno de Izquierdas antes de que el testarudo gallego se
eche a un lado. Finalmente habrá gobierno del PP, pero sin Rajoy.